Cuando Microsoft intenta cambiar algo... y no puede.

Windows tiene 36 años; ha tenido 13 versiones diferentes (una cada más o menos 2 años). Y claramente tanto las capacidades como las exigencias de los computadores han ido aumentando en estos 36 años, y Microsoft ha hecho los cambios correspondientes... o casi todos.

Cuando Microsoft intenta cambiar algo, a veces pasa que sale mal o simplemente no puede hacerlo. ¿Por qué? Eso lo veremos hoy por medio de varios ejemplos.

1. La interfaz de Windows.

Microsoft cambió la interfaz de Windows de manera contundente por primera vez en Windows 95, cuando agregó dos elementos que se mantienen hasta hoy: la barra de tareas y el menú inicio. En esta ocasión, el cambió funcionó y fue bien recibido, como podemos apreciar hasta el día de hoy.

Y cambió nuevamente la interfaz en Windows XP, para modernizarla y hacerla más acorde a los estándares de la época (comienzos de los 2000). También funcionó el cambio.

Los problemas para modernizar la interfaz de Windows comenzarían aquí. En la siguiente versión, Windows Vista, se intentó modernizar; y se debía hacer, pues Windows lució durante más de 5 años el mismo aspecto, quedando relegado en diseño respecto a macOS e incluso Linux. Pero en lo que no pensó Microsoft a la hora de diseñar Windows Vista, fue en que muchas de las PC de la época no podrían soportar transparencias, bordes redondeados, efectos 3D, etc. Y todo al mismo tiempo.

Mejoraron las cosas para esta interfaz en Windows 7, 3 años después, donde no sólo se había mejorado la interfaz sino que también las PC eran más potentes. Pero de lo que no se habló casi, es que el cambio de diseño que significó Windows Vista y Windows 7 fue un poco superficial, ya que por dentro todavía había incongruencias y mucho código antiguo.

La interfaz en Windows 8 fue un desastre. Primero, Microsoft quería desesperadamente incursionar en el mercado de los dispositivos móviles (un poco tarde, quizá), y olvidó que su mercado principal eran las PC, no las tablets. La interfaz de Windows 8 era excelente para usarse en una pantalla táctil, pero terrible para el mouse y el teclado.

Además, en Windows 8 Microsoft comenzaría a incluir nuevas aplicaciones como Groove Música o Configuración, pero sin olvidarse de las antiguas. Coexistían Configuración y Panel de Control, la primera con el diseño nuevo de Windows 8 y la otra con el mismo de Windows 7, que era completamente diferente.

Aplicaciones como el Administrador de Tareas tenían nuevas funciones, pero tenían la misma interfaz que hace 10 años. Aunque hay casos (como este) en que se veía la misma interfaz también en Windows 7.

Windows 10 siguió el mismo camino. Incoherencias en la interfaz, y una interfaz nueva que combinaba Windows 8 con Windows 7. No sólo esto, sino que siguieron coexistiendo aplicaciones nuevas por viejas. Ejemplos:

• Windows Media Player / Groove Música; Películas y TV.
• Panel de Control / Configuración.
• Internet Explorer 11 / Microsoft Edge.
• Símbolo del Sistema (CMD) / Windows PowerShell.

Aunque Windows 10 no fue un fracaso comercial, a diferencia de Windows 8, éste quizá fue y es el punto más criticado del sistema, junto con la inestabilidad a la hora de actualizar el sistema.

2. La aplicación de Configuración.

En Windows 8 se incluyó por primera vez Configuración, la aplicación que estaba destinada a reemplazar al clásico Panel de Control, presente desde que Windows era una interfaz que se corría desde MS-DOS.

11 años y 3 versiones después, en Windows 11 todavía coexisten Configuración y Panel de Control. Microsoft no tuvo tiempo en 10 años desde el lanzamiento de Windows 8 hasta el de Windows 11 para llevar todas las funciones del Panel de Control a Configuración y sustituir por fin el Panel... Lo irónico es que no tuvo tiempo para pasar todas las funciones de una aplicación a otra, pero sí para rediseñar completamente Configuración en Windows 11... y para ponerle nuevos iconos al Panel de Control.

3. La aplicación de Terminal.

El padre de Windows es MS-DOS, un sistema operativo de línea de comandos. Desde Windows 95 la herencia más visible del legado de MS-DOS en Windows es el Símbolo del Sistema o CMD, la aplicación de Terminal de Windows desde Windows 95 hasta Windows 8 y 8.1.

En Windows 10 Microsoft incluiría PowerShell, la nueva aplicación de consola para Windows desarrollada por Microsoft. Pero, obvio, no podía traspasar las funciones de CMD a PowerShell y dejó que ambas coexistiesen.

 

¿La solución? Pues para Windows 11 incluyó Windows Terminal, una aplicación unificada para CMD, PowerShell y otros servicios de Terminal como el Windows Subsystem for Linux (WSL) o Azure Cloud Services. Pero no es que en Terminal se haya quedado con uno sólo, sino que vas abriendo nuevas pestañas y puedes abrir una pestaña con CMD y otra con PowerShell.

4. La herramienta de recortes.

Los anteriores ejemplos se podría decir que eran más "relevantes", pero es increíble que incluso en un accesorio básico como Recortes Microsoft haya estado 5 con una dualidad. La Herramienta Recortes se incluye por primera vez en Windows Vista y se mantiene en Windows 7, 8 y 8.1.

 

En Windows 10 Microsoft incluye la nueva herramienta Recorte y Anotación, destinada a reemplazar a Recortes. Pero aunque tenía más funciones incluso que la clásica Herramienta Recortes y un diseño más actual, Microsoft no fue capaz de eliminar la clásica Recortes. Coexisitieron siempre durante casi 6 años Recortes y Recorte y Anotación, por más que Microsoft haya intentado reemplazar definitivamente la primera. Pero los intentos y los "casi" no valen.

En Windows 11 Microsoft decidió acabar la fragmentación y lanzó una nueva versión de la Herramienta Recortes, que une las interfaces y funciones de la clásica Recortes con Recorte y Anotación.

4. El reproductor multimedia.

La multimedia es un aspecto esencial en la utilización de las PC hoy en día, y aunque están en auge las plataformas online de streaming como Spotify, YouTube o Netflix, sigue siendo necesario para todo sistema operativo un buen reproductor multimedia. Windows Media Player nació en 1996 para Windows, y desde entonces hasta Windows 7 fue el reproductor multimedia único para Windows. En Windows 8 llegarían a Windows dos servicios: Zune (el intento de Microsoft por incursionar en los reproductores como el iPod) y Xbox Music, creando una confusión que a día de hoy no soy capaz de descifrar.

 

En Windows 10 seguiría la confusión con Windows Media Player y Groove Música / Películas y TV. Groove Música sólo permitía archivos de audio y Películas y TV sólo de video. 

 

En Windows 11 seguía la dualidad, y ahora Microsoft decide sacar una nueva versión de Windows Media Player para Windows 11, llamada "Media Player" sólamente, y descontinuar Groove Música. Microsoft está desarollando esta nueva versión y se supone que pronto estará para los miembros del canal Dev de Windows Insider.  Simplemente, intentó cambiar las cosas... y no pudo.