Ubuntu es la distribución Linux más usada del mundo. Y tiene un sistema de actualizaciones que permite innovación y estabilidad al mismo tiempo. Lanzan una versión en abril y otra en octubre; cada dos años, una de las versiones de abril es una versión de soporte extendido o LTS. El soporte para las LTS dura 5 años; para las que no son LTS, solo 9 meses.
Lo primero que vemos es el fondo de pantalla actualizado; una característica común de Ubuntu es cambiar su fondo de pantalla con cada nueva versión, sea o no LTS. Por otra parte, al tomar esta captura de pantalla resultó también evidente que la herramienta Captura de pantalla también fue bastante mejorada, permitiendo grabar vídeo e incluyendo más opciones de configuración para tomar las capturas.
El tema "Mixto" de Ubuntu, donde las barras de título de las ventanas eran oscuras y las aplicaciones claras, ya no existe. El tema por defecto ahora es el "Claro", y su opuesto es el "Oscuro".
Al momento de edición de esta entrada, Ubuntu 22.04 incluye LibreOffice 7.3.2.2, Firefox 99.0.1, GNOME 42.0 y otras aplicaciones como Thunderbird, Remmina, Cheese y Transmission.
Ahora el dock es mucho más configurable: se puede seleccioanr si se desea un estilo más similar a Windows, macOS, o al Ubuntu de años anteriores. También se puede cambiar el tamaño de los iconos y seleccionar si se desea ocultar automáticamente.
Algo que siempre me ha gustado de Ubuntu es que su interfaz es muy fácilmente adaptable, y con esta nueva versión LTS se vuelve también muy configurable; por esto, se puede usar muy fácilmente tanto con mouse y teclado como con pantallas táctiles (Aprende, Windows 8). El tamaño de los iconos es fácilmente configurable, así como el dock (que lo vimos en el párrafo anterior) y otros ajustes de gestos con el mouse y el touchpad.
Pasemos ahora al instalador. Lo primero que notamos es el cambio de logotipo, dejando de ser el logotipo de Ubuntu (que, por cierto, también fue cambiado para esta versión) desvaneciéndose en cuadrados para ahora mostrar un disco duro con el logotipo de Ubuntu en la parte superior izquierda.
Debido al cambio de tema, que pasó a ser Claro en lugar del Mixto, vemos también una ligera variación en el diseño, pasando a ser más luminoso que en versiones anteriores como la 18.04 o la 20.04. Por todo lo demás, mantiene casi todo de sus antecesores, a pesar que se habló mucho de un rediseño del instalador durante (sobre todo) el año pasado.
Podemos retocar y configurar la apariencia de Ubuntu, no sólo del dock, sino también cosas como el fondo de pantalla, los colores y los iconos del escritorio. Todo esto se puede hacer desde los apartados "Apariencia" y "Fondo de escritorio" de la aplicación Configuración.
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