¡Un año de Mente Computacional!

El 26 de mayo se cumplió un año desde la primera entrada de Mente Computacional; un año desde que decidí compartir mis conocimientos de informática con ustedes.

Y la verdad es que estoy sorprendido, por que al principio creí que este blog no me duraría ni siquiera 3 meses; y hoy, un año después, puedo decir que tengo un blog con más de 5000 visitas, más de 90 entradas (ya casi 100), con una aplicación para móviles propia,ccon un blog hermano llamado Linux en Mente, con un canal de YouTube y que ya aparece en algunos motores de búsqueda como Bing y DuckDuckGo.

 

Y a quien tengo que agradecer es a ustedes, los que leen mi blog. Ustedes son los que hicieron posible que Mente Computacional siga por un año, y que llegue a las 90 entradas, y a las 5000 visitas en un año.

La evolución de un blog.

Al principio este blog se llamaba Computablog. De hecho, en la URL de la primera entrada dice "bienvenido-computablog". Pero decidí que era mejor Mente Computacional.

Al principio mi blog tenía un fondo oscuro y usaba esta fuente. Fui mejorando algunos aspectos, como el fondo y la fuente, para mejorar la legibilidad. Luego usé esta fuente, luego esta otra, más tarde esta, luego esta, y luego, ya este año, decidí hacer el rediseño que mantengo hasta la actualidad.

Los temas del blog nunca cambiaron mucho. De hecho, hay entradas que si sólo viera el título y no supiera la fecha, podría decir que son recientes. Tal es el caso de Windows XP en 2020: ¿Vale la pena? o La "Guerra de Navegadores" y el "Efecto Chrome".

Y también hay muchas entradas que se puede decir fueron un paso importante en mi blog. Ubuntu vs Windows 10 y Las principales diferencias entre Microsoft Office y LibreOffice siguen siendo mis entradas más vistas, y a día de hoy, junto con otras que considero las más completas como Por qué instalar Ubuntu y cómo hacerlo, Ubuntu vs. Fedora y KDE Neon: Otra excelente distribución Linux siguen siendo (por lo menos para mí) el mayor orgullo de este blog.

Sólo les quiero decir algo para terminar: gracias. Gracias por todo, desde el primer momento hasta el día de hoy. Y no sólo hasta hoy, sino hacia lo que viene.